Lluvias, desesperación y campamentos en Temuco

Terminó Fiestas Patrias y lo pasamos muy bien, en lo general, lo que no lo pasaron muy bien, y con justa razón, fueron los habitantes del campamento “Los Pinos”, quienes, con mucha pena, vieron como sus hogares fueron inundados por el agua.

La situación fue mala a peor cuando nos dimos cuenta de que estas personas, aparte de estar en malas condiciones referentes a la vivienda, también tienen que enfrentarse a la mala salubridad debido a que las aguas servidas del lugar empezaron a mezclarse con la lluvia, el mal olor y las infecciones están a la orden del día.

Los campamentos en nuestro país siempre han sido una realidad, debido a que el acceso a la vivienda es complejo en nuestro país, sobre todo para las personas que no les alcanza para dar ahorros para poder postular a una vivienda digna, ya sea porque los sueldos son bajos, o porque la vida está cada día mas cara, y, hay que aclararlo, esta situación se viene arrastrando desde hace años, no es solo responsabilidad de la actual administración.

Y uno no puede ser indiferente a esta situación, los habitantes de la región de La Araucanía cargan con el estigma de ser parte de la región más pobre de Chile, y la pobreza se ve reflejada en este tipo de situaciones, hay familias enteras, con pequeños niños, que se ven afectadas directamente por esta situación, y pareciera ser que cada año son más las personas, que al no tener dónde ir, dónde vivir, tienen que escoger para obtener un terreno donde puedan construir su hogar.

Ya sea con tablas, con palos, con bolsas, todo sirve para construir una “vivienda”, digna o no, las personas hacen su mejor esfuerzo para poder “vivir bien” y eso es lo terrible, la vida es tan cara que hay gente que está tan desesperada que es la única opción a la cual pueden optar.

En nuestro país, la realidad sobre esta situación es palpable, lo vemos cuando recorremos las calles, la gente esta cada vez más pobre, la vida está demasiado cara, los alimentos están cada vez más caros y el dinero es cada vez más difícil de conseguir, si, es verdad, también nos falta educación financiera, si, es verdad, a nuestra sociedad también le falta responsabilidad social, pero también nos falta tomar acciones más concretas para salir adelante.

Ningún ser humano, ningún chileno o persona debe vivir en condiciones con las personas que viven al interior del campamento de “Los Pinos” no es digno, y no se puede seguir esperando para que una solución caiga del cielo, porque no va a llegar, y si llega, pasarán años para que las personas de este lugar tengan un lugar al que puedan llamar verdaderamente hogar.