La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha emitido una advertencia alarmante, revelando que más de mil millones de personas en el mundo, lo que equivale a una de cada ocho personas, sufren de obesidad.
El estudio, realizado en colaboración con el Imperial College de Londres y basado en datos de más de 190 países, revela que la tasa de obesidad entre niños y adolescentes ha aumentado cuatro veces desde 1990, mientras que entre adultos se ha duplicado en mujeres y casi triplicado en hombres.
“Las cifras de obesidad se han estabilizado en muchos países ricos, pero aumentan rápidamente en otras partes del mundo como Asia o Latinoamérica”, señaló el profesor del Imperial College, Majid Ezzati, uno de los autores del estudio.
El informe estima que unos 159 millones de niños y adolescentes entre 5 y 19 años padecían obesidad en 2022, mientras que en los adultos la cifra ascendió a 879 millones, representando un 43 % de la población adulta mundial. La obesidad se ha convertido en un problema de salud pública mundial, con consecuencias graves que incluyen enfermedades cardiovasculares, diabetes y cáncer.
El estudio también revela diferencias significativas entre países y continentes en la prevalencia de la obesidad. Por ejemplo, los archipiélagos del Pacífico y el Caribe tienen las tasas más altas de obesidad, mientras que países como China están experimentando un aumento preocupante en los índices de obesidad.
Los expertos advierten que problemas mundiales como el cambio climático, las interrupciones causadas por la pandemia y los conflictos pueden empeorar los índices de obesidad y desnutrición, aumentando la pobreza y el costo de los alimentos ricos en nutrientes.
Ante esta situación, instan a la implementación de políticas integrales para abordar estos desafíos, incluyendo regulaciones sobre la comercialización de alimentos y bebidas nocivos, así como iniciativas para promover dietas más saludables. El director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, enfatizó la necesidad de un esfuerzo conjunto de gobiernos, comunidades y sector privado para abordar esta crisis de salud pública.
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