En países como España, Francia y Bélgica las jornadas laborales reguladas no superan las 40 horas por semana, lo cual se puede traducir en mayor productividad según la Biblioteca Nacional de Chile.
La realidad europea
En Alemania; en el año 1995 las empresas metalúrgicas realizaron una reducción paulatina de su jornada laboral desde 40 a 35 horas semanales, medida que aumentó el ritmo de producción y la eficacia dentro de las horas de trabajo, esta vía fue tomada para considerada como punto inicial para que empresas como Volkswagen instauraran jornadas de trabajo de 4 días a la semana en Alemania y recientemente en España.
De esta misma manera, Grecia estableció que las jornadas laborales semanales están regidas por 40 horas máximas, las cuales pueden condensarse en 4 días (trabajando máximo 10 horas diarias) y teniendo 3 días libres, modelo que está siendo tomado como ejemplo por Bélgica, donde se propuso el mismo sistema.
En tanto, en España, se está discutiendo un programa piloto para una reducción de 40 horas laborales a 32 horas en 4 días.
Francia, por su parte, establece en su jornada laboral, 35 horas semanales. En tanto en Italia, las horas laborales varían entre 36 y 40 horas semanales.
¿Cómo podría afectar esta medida a la Economía Nacional?
En países europeos, durante los últimos años ha sido una discusión permanente la reducción de jornadas laborales en la población dados los resultados en países donde ya se ha instaurado con resultados positivos.
Al respecto, la Biblioteca Nacional de Chile muestra que los países con menor cantidad de horas laborales tienen a presentar mayor productividad (lo cual puede verse en el gráfico) acompañada de mayor fuerza laboral, siendo coherente con el estudio realizado por Ciper en el año 2019, donde se estima que la reducción de horas trabajadas en Chile podría aumentar el empleo de los chilenos en un 6,6%.
¿Qué conlleva la reducción de horarios laborales?
Según la Oficina Internacional del Trabajo (OIT), la reducción de horas laborales ayuda a que los trabajadores puedan elegir como distribuir su tiempo para compatibilizar con la vida en familia, aunque también concluye que para implementar las bajas de horas laborales se debe tener en cuenta las necesidades y circunstancias particulares de cada país.
En tanto, la ministra del Trabajo Jeannete Jara el pasado domingo 1 de mayo, en el marco de la marcha por el día del Trabajador, declaró “Quiero poner al centro que vamos a avanzar en la reducción de la jornada laboral a 40 horas. Merecemos un buen vivir y sin duda una hora más al día para cada uno de nosotros va a ser una contribución en calidad de vida, en salud mental, en tiempo disponible y de calidad”.
En consideración de la información expuesta cabe preguntarse: ¿Qué detiene a las sociedades a reducir las horas laborales?, desde la Psicología esto puede explicarse por la creencia lineal de que más horas de trabajo corresponden a más productividad, si bien esta creencia puede ser correcta en algunos casos, suele ceñirse a la lógica de las máquinas, correspondiente al paradigma conductista (el cual tuvo su apogeo en los 50 y fue relegado parcialmente por su incapacidad para explicar las motivaciones interiores del ser humano) donde una acción tiene una consecuencia directa sin mediar procesos mentales como cansancio, problemas personales, preocupaciones y malestares. En cambio, las jornadas laborales reducidas siguen la lógica de comodidad del trabajador, primando el cuidado y tiempo adecuado para tener relaciones interpersonales sanas que ayudan a aumentar su productividad.
Noticias relacionadas
Gases de mujeres serían más olorosos que los de hombre
Trabajadores del Aeropuerto Nuevo Pudahuel anuncian paro indefinido en vísperas de Fiestas Patrias
Chilenos dedican más de tres horas al streaming y dos a redes sociales