Pavel Durov, fundador y CEO de Telegram, fue arrestado en el aeropuerto Le Bourget de París el sábado 24 de agosto. Las autoridades francesas detuvieron al multimillonario ruso de 39 años bajo cargos relacionados con la difusión de material ilícito en su popular aplicación de mensajería.
Telegram, una plataforma que Durov creó junto a su hermano en 2013, es conocida por su encriptación y ha ganado gran popularidad en Rusia y otros estados de la ex Unión Soviética. Sin embargo, el sistema de moderación de Telegram ha sido cuestionado por no ser lo suficientemente robusto, permitiendo que la plataforma sea utilizada para actividades delictivas como el tráfico de drogas y la distribución de contenido sexual infantil.
Según la BBC, la investigación que llevó a la detención de Durov está vinculada a la falta de acción para detener estos abusos en su plataforma y a la supuesta falta de cooperación con las autoridades en diversas investigaciones.
En respuesta, Telegram emitió un comunicado a la revista Time defendiendo su sistema de moderación y afirmando que cumple con las leyes de la Unión Europea, incluida la Ley de Servicios Digitales. El abogado de Durov, Dmitry Agranovsky, calificó las acusaciones como “ridículas”, comparándolas con culpar a un fabricante de autos por accidentes vehiculares.
Durov, quien actualmente reside en Dubái y posee la ciudadanía de Emiratos Árabes Unidos y Francia, es una figura influyente en el mundo tecnológico. Fundó también la red social VKontakte (VK) en 2006, antes de salir de Rusia en 2014 tras negarse a cumplir con las demandas del gobierno ruso de cerrar comunidades opositoras en VK.
El arresto de Durov ha generado reacciones a nivel internacional, con voces como la del exagente de inteligencia estadounidense Edward Snowden y el empresario Elon Musk, quienes criticaron la detención como un ataque a los derechos humanos y a la libertad de expresión.
La investigación sobre Durov está siendo llevada a cabo por una unidad de ciberseguridad de la gendarmería francesa y la unidad nacional antifraude de la policía. La embajada rusa en Francia ha expresado su preocupación y está trabajando para aclarar los motivos de la detención y garantizar la protección de los derechos de Durov.
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