14 de octubre de 2024

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La dermatitis atópica en Chile: un desafío crónico con barreras de acceso a tratamiento

Con un 5% de la población afectada, la dermatitis atópica impacta la calidad de vida de muchos chilenos, revelando la necesidad de mejorar el acceso a tratamientos y políticas públicas.

La dermatitis atópica (DA) es una enfermedad crónica e inflamatoria de la piel que afecta a un 5% de la población chilena, siendo más común en niños que en adultos. Recientemente se celebró el Día Mundial de la Dermatitis Atópica, destacando la relevancia de esta condición, que puede mejorar durante la adolescencia en casos leves, pero persiste en formas severas en la adultez.

Los síntomas de la DA incluyen piel seca, picazón intensa y erupciones cutáneas. Estos síntomas no solo afectan físicamente a los pacientes, sino que también impactan su bienestar emocional. El Dr. Fernando Valenzuela, profesor de Dermatología de la Universidad de Chile, afirma que “la dermatitis atópica es muy frecuente. Puede ser fácilmente el 10% de la población pediátrica y entre 1% y 2% en la población adulta”.

Sin embargo, el acceso a tratamientos adecuados presenta serias dificultades. El Dr. Valenzuela señala que “existen barreras en el acceso a especialistas, ya sean pediatras, dermatólogos o inmunólogos”, y que “no existe una política pública que visibilice la enfermedad ni sus efectos en los pacientes y su entorno”. Por su parte, el Dr. Javier Arellano Lorca, jefe del Servicio de Dermatología del Hospital Clínico San Borja Arriarán, recalca que “la principal barrera es la oferta limitada de atención dermatológica”.

En el contexto de la primavera, muchos pacientes experimentan un agravamiento de sus síntomas debido a alérgenos como el polen. Los especialistas sugieren que los pacientes mantengan un control preventivo con sus dermatólogos para ajustar tratamientos y prevenir brotes.

La falta de acceso a tratamientos y la escasa visibilidad pública de la dermatitis atópica subrayan la urgencia de implementar políticas que faciliten el acceso a terapias y apoyen integralmente a los pacientes. Es esencial que los afectados reciban un diagnóstico oportuno y un tratamiento adecuado para mejorar su calidad de vida.